FINCA EL MORO

un rincón de paz.

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PRIVATIZACIÓN

Sobre nosotros

 

En 1973 llegaba, desde Inglaterra, una Hermione adolescente a Sevilla.

En lugar de estudiar, se distrajo con salidas a caballo por las dehesas sevillanas y finalmente se enamoró de este rincón del mundo montada a la grupa de un peregrino rociero.

En 1979 conoció a Nick y pasaron los siguientes diez años trabajando en el este de África y el sur de Escocia, pero ella siempre soñaba con volver a Andalucía y sobre todo al Rocío.

Treinta años después, aquí siguen, en la primera finca que visitaron cuando decidieron hacer de Andalucía su hogar.

Poco después de su segunda peregrinación nacía Daisy Rocío y Finca el Moro la vio crecer.

Después de treinta años acogiendo a huéspedes, organizando rutas a caballo, a pie y retiros de yoga, Daisy toma las riendas de la finca y esperamos que este rincón de paz en las sierras andaluzas la cuide tan bien como nos ha cuidado a nosotros, sus padres.

 

 

Tomando el relevo, Eliott y Daisy continúan el legado de El Moro…

Eliott es francés y creció en las montañas. La pasión de su familia por el montañismo moldeó su vida y lo llevó a vivir y trabajar en las montañas de Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Japón antes de establecerse finalmente en Suiza. Practica snowboard en invierno y ciclismo de montaña y escalada en verano, su entusiasmo por explorar es contagioso. Él guiará los paseos en bicicleta, asegurándose de que las bicicletas estén en las mejores condiciones posibles y ofreciendo consejos profesionales de conducción y técnicos!

Daisy se crió en Finca el Moro. Creció comiendo directamente de la huerta y los frutales, ayudando a su madre y a Mariluz a embotellar tomates en las calurosas tardes de verano, arreglando mallas y cuidando ganado. También hacía de camarera y guía para los huéspedes desde muy temprana edad. Se educó en el pueblo de Fuenteheridos y en más tarde en Sevilla. Sus raíces son profundas en este rincón de Andalucía y añaden un sentido especial de autenticidad a la experiencia proporcionada a nuestros huéspedes. Daisy cuida la tierra que la cuidó mientras crecía y cuida de los huéspedes como si fueran familia.